- No permanecer largos ratos de pie o sentado, si por trabajo es necesario, intentar moverse cada cierto tiempo aunque solo sea un poco.
- Mantener todo lo posible las piernas en alto cuando nos sentemos.
- Realizar pequeños masajes en sentido ascedente desde los pies hacia arriba con un gel frio.
- Ducharse no bañarse y aplicar chorros de agua fría sobre las piernas.
- Hidratar bien la piel después de la ducha.